El poncho es el producto artesanal más importante del continente latinoamericano, con procesos y técnicas transmitidas de generación en generación. Cooperamos con empresas y artesanos certificados, donde los trabajadores, la comunidad y el medio ambiente son considerados en el proceso de toma de decisiones. Durante la producción, el poncho se teje a máquina y se procesa a mano.
Valoramos los más altos estándares de desempeño social y ambiental, transparencia y responsabilidad corporativa.
Cooperamos con empresas y artesanos certificados, donde los trabajadores, la comunidad y el medio ambiente son considerados en el proceso de toma de decisiones. Nuestros proveedores son seleccionados en base a su filosofía de trabajo.
Para el bienestar animal, las llamas son mantenidas en estado salvaje y por pequeños productores y agricultores de una manera apropiada para su especie. Los animales son esquilados únicamente por especialistas en su hábitat con tijeras especiales que hacen posible estas técnicas tradicionales. A través de la Asociación Warmi Sayajsunqo, la lana de llama y oveja se compra directamente a los productores de zonas aisladas. De las ganancias de los textiles vendidos, los fondos son utilizados por la comunidad (unas 3.000 familias) para financiar proyectos de salud, gestión de recursos, artesanía y educación.
Antialérgico – Cálido – Esponjoso – Transpirable – Repelente a la suciedad
La llama es una fibra resistente y elegante y aporta ligereza. Esta fibra es ideal para el invierno ya que tiene un tacto muy suave. Otras características especiales de esta preciosa fibra son hipoalergénica, cálida, esponjosa, tiene excelentes propiedades aislantes y también tiene un efecto regulador de la temperatura. Además, esta fibra tiene un efecto antibacteriano, es decir, las bacterias no pueden multiplicarse en su superficie y morir. Al fin y al cabo, es biodegradable.